El Reiki actúa a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

El Reiki te permite recargar pilas, liberarte de bloqueos psíquicos y así afrontar los vaivenes del día a día con más fuerza y ​​serenidad.

La energía universal actuará en particular sobre los trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés y potenciará la relajación y el sueño. 

A nivel físico, liberará bloqueos energéticos y relanzará tus capacidades naturales de defensa. 

El Reiki también es un método de despertar espiritual. El Reiki nos ayuda a conectar con nuestra naturaleza divina. Recuperar la conciencia de que somos un ser espiritual nos libera y nos dignifica. Nos ayuda a saber qué quiere nuestra alma y qué no. Nos ayuda a recuperar la confianza en nosotros mismos y a ser más asertivos. 

El Reiki te conecta con tus guías. Recuperar el contacto con nuestro ángel guardián nos libera del miedo a la soledad. Nunca más vas a sentirte solo/a y recuperarás el saber que todo ocurre por y para ti. Que hay una lección detrás de cada acontecimiento. Y verás la magia que opera a tu alrededor.

Los tratamientos energéticos aportan confort y equilibrio interior. Pueden acompañar al tratamiento médico pero en ningún caso sustituirlo.

La energía se mueve de manera inteligente, sin límites de espacio ni de tiempo. El Reiki se puede dar y recibir presencialmente o a distancia sin que ello afecte a sus beneficios. 

Antes de la sesión te pediré tu nombre y tu fecha de nacimiento.

Una sesión de Reiki a distancia transcurre a través de mi aula de zoom que abriré para ti en el día y la hora acordados y a la que podrás acceder a través de un enlace que te mandaré el día anterior.

Durante la sesión, primero conversaremos y fijaremos conjuntamente una intención para el Reiki. Luego te pediré que te acuestes en un lugar en el que te sientas cómodo/a y en el que estés seguro que nadie te va a molestar. Durante toda la sesión podrás escuchar música y mi voz guiándote si es necesario.

Después de la sesión voy a dejar que retomes contacto con la realidad poco a poco y te voy a pedir que al acabar me mandes un pequeño mensaje explicándome cómo te ha ido. Yo te mandaré instrucciones para anclar el trabajo.

El Reiki es la energía vital que anima todo cuanto vive. 

Nuestra energía vital puede verse agotada o bloqueada por factores físicos, emocionales o mentales, es entonces cuando aparece la enfermedad.

El Reiki se añade al tratamiento médico, nunca lo sustituye. Por un lado, a través de la imposición de manos sobre la zona a tratar, las vibraciones energéticas emitidas por éstas eliminan bloqueos en la energía vital, y conectan a la persona con su propia fuerza vital y su capacidad de autocuración. Del otro, el Reiki alivia los efectos secundarios indeseados de las terapias alopáticas, desde las más ligeras a las más agresivas.

En cualquier situación el Reiki aporta bienestar, conecta al paciente con “el todo”  y contribuye al equilibrio natural del cuerpo.

En el caso de una dolencia importante, un tratamiento de Reiki se realiza en un ciclo de cuatro sesiones consecutivas. Durante las dos primeras sesiones pueden darse tomas de conciencia en las que el paciente conecta con la causa de la enfermedad e incluso puede notar un empeoramiento de los síntomas. Esto forma parte del proceso de armonización y es normal. La tercera y la cuarta sesión mejoran los síntomas y reducen el malestar, estimulando las capacidades de autocuración del paciente.

Según la complejidad y la antigüedad de la mala circulación energética causante de la enfermedad, se valorará hacer una serie de 7, 9, 12 o 21 días.